Pasaban apenas las 3 de la tarde de un sabado, estaba solo y aburrido en mi casa, no tenía nada que hacer. A esta hora empezaba a hacer calor, de inmediato mi cuerpo empezó a sudar, sin embargo no le di importancia, al poco rato pensé ver TV, me aburrio; así que decidí recostarme en el piso de mi cuarto….
El calor empezaba a sofocarme, así que decidí quitarme la ropa y quedarme en bóxer y relajarme con la calida sensación de mi sudor.
Al poco rato, recordé una experiencia candente que viví hace un mes, las imágenes comenzaron a pasar por mi mente, mi cuerpo empezó a sudar mas y mas, y sin pensarlo dos veces comencé a sobar mi pecho, masajeándome como si aquella persona estuviera a mi lado y me acariciara con una gran pasión.
La tensión empezaba a dar fruto al mirar mi enorme erección, el candente recuerdo hizo que bajara mis manos y las metiera por el bóxer ajustado que traía, empecé a tocarme de un modo que imaginaba la sensación y el placer de tener a alguien a mi lado. Tocaba desde la entrepierna hasta llegar a mi verga, mis bolas al igual se tensionaban al sentir el rigor de mis manos pasando sobre ellas y el calor de la tarde culminaba con todo el deseo que tenia dentro.
Saqué una mano para tocarme el pecho y con la otra empecé a masturbarme, el placer que sentía era genial, mis pezones se alzaron de una forma sorprendente y mi verga se calentaba más y más con cada sobada que le daba.
Mi cuerpo se retorcía al sentir tanto placer que le estaba llegando, estaba empapado así que decidí quitarme el bóxer que traía para así poder sentir mas mi mano, como subía y bajaba, tocandome de la cabeza hacia abajo, con un ritmo que hasta el mas wey quisiera sentir.
Desnudo en el piso, cada vez aumentaba mas el rigor, sentía todo el calor de mi cuerpo, estaba apunto de reventar de placer, subía y bajaba mi mano con tal anhelo, quería venirme pero a la vez quería seguir sintiendo ese enorme placer. Me empeze a estimular el ano para sentir mas y mas.
En ese momento me sentía en la gloria así que apreté mi manó, la moví con una rapidez de arriba hacia a bajo, una y otra vez y a la ultima bajada un chorro de semen salió, el mas calido, espeso y furtivo que jamás haya salido. Mi pecho se llenó de mi liquido espeso y con un cansancio rico, lo unté por todo mi cuerpo haciendo de esa hermosa experiencia un final que repetiré las veces que quiera.
El calor empezaba a sofocarme, así que decidí quitarme la ropa y quedarme en bóxer y relajarme con la calida sensación de mi sudor.
Al poco rato, recordé una experiencia candente que viví hace un mes, las imágenes comenzaron a pasar por mi mente, mi cuerpo empezó a sudar mas y mas, y sin pensarlo dos veces comencé a sobar mi pecho, masajeándome como si aquella persona estuviera a mi lado y me acariciara con una gran pasión.
La tensión empezaba a dar fruto al mirar mi enorme erección, el candente recuerdo hizo que bajara mis manos y las metiera por el bóxer ajustado que traía, empecé a tocarme de un modo que imaginaba la sensación y el placer de tener a alguien a mi lado. Tocaba desde la entrepierna hasta llegar a mi verga, mis bolas al igual se tensionaban al sentir el rigor de mis manos pasando sobre ellas y el calor de la tarde culminaba con todo el deseo que tenia dentro.
Saqué una mano para tocarme el pecho y con la otra empecé a masturbarme, el placer que sentía era genial, mis pezones se alzaron de una forma sorprendente y mi verga se calentaba más y más con cada sobada que le daba.
Mi cuerpo se retorcía al sentir tanto placer que le estaba llegando, estaba empapado así que decidí quitarme el bóxer que traía para así poder sentir mas mi mano, como subía y bajaba, tocandome de la cabeza hacia abajo, con un ritmo que hasta el mas wey quisiera sentir.
Desnudo en el piso, cada vez aumentaba mas el rigor, sentía todo el calor de mi cuerpo, estaba apunto de reventar de placer, subía y bajaba mi mano con tal anhelo, quería venirme pero a la vez quería seguir sintiendo ese enorme placer. Me empeze a estimular el ano para sentir mas y mas.
En ese momento me sentía en la gloria así que apreté mi manó, la moví con una rapidez de arriba hacia a bajo, una y otra vez y a la ultima bajada un chorro de semen salió, el mas calido, espeso y furtivo que jamás haya salido. Mi pecho se llenó de mi liquido espeso y con un cansancio rico, lo unté por todo mi cuerpo haciendo de esa hermosa experiencia un final que repetiré las veces que quiera.
